El paisaje no me dice nada.
No es aquel horizonte vertical
-de un lado, ello; del otro, aquello-
Mientras avanzo
Lo que destroza las ansias.
La ciudad es insomne,
Es ignorante e ignota
Y aquí todo es un inmenso letargo
Que acaricia levemente la insanía.
Acaso pudiera desatarlo, y esfumarse
Como el grafito bajo un dedo;
Pero no, ahí se queda y nada sé,
Nada de besos saliendo al desfile,
Por el paisaje, porque no,
Porque
El paisaje no me dice nada.
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