miércoles, 28 de mayo de 2008

Después de tanto tiempo...

Después de tanto tiempo puedo volver a reconocerme al mirar al espejo. Te habías llevado todo: mi sonrisa, mi tiempo, mis ganas de vivir... Sólo me quedaba la esperanza de no volverte a encontrar ni en sueños (e incluso ni en pensamientos). Hoy te vi, y al chocar nuestras miradas, no pude más que sonreír, con pena, pero con el anhelo de que me devolvieras al menos una palabra. Fue en vano. Volviste a entrar a mi vida, siempre tan inoportuno... Y comienzan nuevamente los planteos, y la retórica de por qué las cosas tienen que ser así y no de otro modo y por qué el destino será tan cruel de cruzarnos otra vez, y pavadas del estilo...
Ahora sólo me queda el recuerdo de aquellos tiempos, tu perfume, tus labios y tu dulce voz, y una lágrima cae resignada por no poder conseguir olvidarte de una buena vez.
Pero ya no soy el mismo. No luego de todo lo que sufrí por tu amor.