Soñé que venías a mi encuentro
Cuando despierta la mañana
Cuando más necesitaba
Tu luz, brillante lucero.
Tu amor causó una herida
Como un veneno dulce que aniquila
Si tú, mi sol, no regresas
Muerto estoy en plena vida.
“Hay que hacer mucho ruido en este mundo para dejar al menos un eco. Si mi sonido se repite en otro ser humano, esa casualidad me salva, hace que la vida valga la pena” Gioconda Belli, “Waslala”.
1 comentario:
2006
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